¿Cómo llegar a Fez?
Fez dispone del Aeropuerto Saïss.
¿Qué hacer en Fez?
El único mapa válido será la memoria, la cognitiva y la olfativa. Por un lado están los olores clásicos: la menta, la fruta o especias como cardamomo, canela, nuez moscada y curry. Por el otro están los incómodos, pero son los que le dan a Fez su personalidad.
Una forma de visitar Fez y su medina puede ser empezando desde fuera, en los alrededores del Palacio Real y el antiguo barrio judío, para luego entrar a la medina e ir en busca de la fuente y el museo del barrio Nejjarine, la plaza Seffarine con sus artesanos del cobre, la universidad Quaraouiyine y Chouara, la curtiduría más conocida. Si ya se ha deambulado con anterioridad por el conjunto de postales, entonces hay que perderse y deambular sin rumbo por la medina.
Visitas turísticas.
Barrio Andaluz
La ribera andaluza se caracteriza por la originalidad de sus edificios religiosos y por las actividades artesanales de sus habitantes. Uno de los lugares más importantes del Barrio de los Andaluces es la Mezquita de los Andaluces, construida entre los años 859 y 860, que se caracteriza por su llamativo minarete verde y blanco.
Barrio Judío
La comunidad judía poseía el monopolio del comercio con los metales preciosos, algo muy productivo teniendo en cuenta que antiguamente una de las mejores formas de ahorrar era la compra de oro y plata.
Con el paso de los años los antiguos residentes del Barrio Judío han ido repartiéndose por el resto de la ciudad y los mercaderes marroquíes se han hecho con los mercados de la zona.
La mejor forma de conocer el Barrio Judío de Fez es recorrer su calle principal (Rue Mellah) y aventurarse hacia las estrechas callejuelas laterales para recorrer los que antiguamente fueron lujosos mercados de tela, que hoy en día se han convertido en simples tiendas de ropa.
Curtiduría Chouwara
Las curtidurías componen uno de los panoramas más pintorescos a la par que malolientes de la ciudad. En ellas, infinidad de fosas repletas de tintes naturales componen un colorido paisaje mientras se encargan de la producción y coloración del cuero del cordero, el buey, la cabra y el camello.
Proceso de elaboración del cuero
El primer paso que se realiza en las curtidurías tradicionales es introducir las pieles en enormes cubas repletas de cal y excrementos de paloma, donde se dejan en reposo durante varios días.
Posteriormente se retiran los restos de pelo que queden adheridos a la piel y se procede a la coloración de las piezas introduciéndolas en grandes cubas rellenas de tintes naturales de diferentes colores.
Una vez que las pieles se encuentren coloreadas y secas, pasarán a manos de los artesanos que se ocuparán de transformarlas en elaborados bolsos, maletas, zapatos y abrigos para la venta al público.
A pesar del hedor insoportable, la curtiduría Chouwara ofrece una de las imágenes más representativas de la ciudad y es imprescindible visitarla para conocer Fez.
Como pago por la asistencia al dantesco espectáculo es muy común que traten de vender alguna pieza de piel a los turistas, aunque con una pequeña propina suelen quedar satisfechos.
Mezquita Al Karaouine
A pesar de la notable extensión de la mezquita resulta difícil encontrarla, ya que con el paso de los siglos las casas del barrio han cubierto el perímetro del edificio ocultando su forma.
Al igual que ocurre con el resto de las mezquitas de Fez, sólo pueden acceder al interior de la Mezquita al Karaouine las personas pertenecientes a la religión musulmana, por lo que los turistas deben conformarse con el pequeño espacio que se puede vislumbrar desde la puerta.
Biblioteca al Karaouine
El sultán Abú Inán dotó a la Universidad al Karaouine de una biblioteca con un contenido muy rico que en 1613 llegó a superar la cantidad de 320.000 obras y manuscritos.
Fue entonces cuando estudiantes y sabios comenzaron a desplazarse hasta Fez, convertida en capital de la ciencia y el conocimiento del Magreb.
Hoy en día la biblioteca aún conserva más de 30.000 obras, entre las que se incluyen algunos ejemplares raros y manuscritos únicos en el mundo.
Puerta Bab Bou Jeloud
Atravesando la puerta se accede a la medina desde el noroeste, donde el camino se bifurca hacia la izquierda para entrar en Talaa Kebira (Gran Cuesta) y hacia la derecha, en Talaa Seghira (Pequeña Cuesta), dos de las principales arterias comerciales de la ciudad.
Palacio Real de Fez
Al igual que la mayoría de las mezquitas y palacios de Marruecos, es imposible visitar el Palacio Real, o tan siquiera contemplar su exterior. Una vez más, los visitantes deben conformarse con la vista de las impresionantes puertas que conducen al palacio: se trata de siete puertas de diferentes tamaños que representan los siete días de la semana y los siete niveles de la monarquía.
Las enormes puertas de bronce se encuentran enmarcadas por miles de pequeños azulejos de cerámica, en los que predominan los colores azules de Fez y verde del Islám, que componen variadas formas geométricas.
Otro punto de interés es el antiguo mercado del cereal, capaz de hacerte retroceder el tiempo. Está situado tras la puerta de Bab Sammarine.
Mausoleo de Mulay Idrís
Cinco siglos después de la muerte de Mulay Idrís II, en el año 1308, se encontró un cuerpo en perfecto estado que se atribuyó al santo patrón, por lo que la zona se transformó en un lugar sagrado (Zaouia).
El mausoleo, localizado en la Place de Marche Verte, comenzó su construcción en el año 1717 y se vio finalizado en 1824, momento desde el cual se convirtió en el lugar más sagrado de la medina.
El edificio forma parte de un conjunto arquitectónico compuesto por la casa el Quitún (supuesta residencia de Mulay Idrís), la Mezquita al Asraf, la fuente y la casa del wudú (lugar para realizar las abluciones). El conjunto, conocido como al-haram (lo prohibido), constituía un lugar en el que los musulmanes podían encontrar refugio y asilo.
Al igual que en la mayoría de los lugares de la ciudad, los no musulmanes tienen prohibida la entrada al santuario, pero conviene acercarse hasta la puerta para contemplarlo desde el exterior y conseguir una pequeña panorámica del imponente edificio.
Desde cualquiera de los puntos más altos de la ciudad en los que se puede disfrutar de una vista panorámica de Fez, siempre sobresale la cúpula piramidal de color verde del Mausoleo de Mulay Idrís.
Plaza Seffarine
Aunque la plaza es conocida sobre todo por el oficio que se lleva a cabo en ella, también se pueden descubrir algunos prestigiosos monumentos como la Biblioteca Karaouine y la Madraza Seffarine.
Medersa Attarine
Debido a que una gran parte de las clases tenían lugar en la Mezquita Al Karaouine, la mayoría de las medersas (o madrazas) de la ciudad se situaron en sus alrededores.
La medersa, denominada Attarine por ser el nombre del barrio en el que se encuentra, en el zoco de las especias, permaneció en uso hasta principios del siglo XX, cuando los 60 estudiantes que se acomodaban a lo largo de las 30 habitaciones tuvieron que abandonarlas definitivamente.
La medersa se extiende en torno a un patio abierto en cuyo centro se alza una imponente fuente de mármol. Al final del patio, una cúpula de madera de cedro con abundante ornamentación cubre la sala para la oración en la que se puede contemplar el mihrab señalando la dirección de la Meca.
Las paredes de la medersa están decoradas con preciosos mosaicos sobre los que se encuentran inscritas algunas frases del Corán a modo de decoración.
En la parte superior de las paredes se puede apreciar un detallado trabajo realizado en estuco representando cuidados motivos florales.
Las plantas superiores del edificio están ocupadas por las pequeñas habitaciones en las que los jóvenes estudiantes pasaban sus años de estudio.
Aunque en Fez se pueden visitar algunas otras medersas, Attarine destaca sobre todas las demás por la elegancia y armonía de su arquitectura. Se trata de una de las medersas mejor conservadas y más ricamente decoradas de todo Marruecos.
Medersa Cherratine
A primera vista la Medersa Cherratine posee un aspecto similar al del resto de las madrazas de Fez, tras la entrada se abre un amplio patio con una fuente y en las tres plantas superiores se encuentran dispuestas las habitaciones de más de 200 estudiantes.
A diferencia del resto, la parte superior se puede visitar y ver los pequeños cubículos en los que residían los estudiantes. Por desgracia, esta madraza se encuentra en un estado bastante deteriorado. Teniendo en cuenta que durante lo normal no es visitar todas las madrazas, creemos que la Medersa Cherratine no debería estar entre las elegidas. La Medersa Attarine y la Medersa Bou Inania presentan un estado de conservación mucho mayor.
Museo Dar Batha
Entre las piezas históricas y artísticas que se exponen en el museo se incluyen tallas de madera, azulejos, bordados fasíes, alfombras bereberes y algunos instrumentos musicales de gran antigüedad.
La parte más llamativa del museo es la sala en la que se expone la colección de cerámica marroquí, que contiene piezas desde el siglo XIV hasta la actualidad. La mayoría de los objetos están decorados con el famoso color azul de Fez, un tinte que se obtiene mediante el uso del cobalto.
El museo posee un jardín de estilo andaluz en el que se puede pasear junto a los naranjos y las encinas para alejarse durante unos momentos de las prisas y el ruido de la medina.
Museo de las Armas
Las extensas galerías muestran una rica colección de armas que incluye espadas, lanzas, escopetas, estandartes, fusiles, e incluso puñales decorados con pedrería. Una de las piezas más llamativas del museo es un cañón de cinco metros de longitud que fue utilizado durante la Batalla de los Tres Reyes.
El Museo de las Armas se encuentra ubicado en el Borj Nord (Fuerte del Norte), una fortificación situada en la cima de una colina cercana a las murallas del norte de la ciudad. El edificio militar fue construido en el siglo XVI para controlar la medina y protegerla de las agresiones exteriores.
El Museo de las Armas de Fez es el mayor museo de África en su temática, no sólo por la cantidad de piezas que contiene, sino que también destaca por su calidad. Además de la completa colección que muestra la evolución de las técnicas de elaboración de las armas a lo largo de la historia, el museo ofrece unas excelentes vistas de la medina desde la terraza superior.
Museo de Arte y Artesanía de la Madera
A lo largo de las tres plantas del museo se extienden objetos tradicionales de madera que incluyen herramientas, muebles, instrumentos musicales, e incluso las puertas de la Medersa Bou Inania.
Además de las piezas que componen las exposiciones, la fonda restaurada que compone el edificio del museo es una obra de arte en sí misma.
El Museo de la Madera de Fez se ubica en una fonda que fue construida a principios del siglo XVIII para proporcionar comida y cobijo a los comerciantes de productos lujosos que viajaban hasta Fez. En la planta baja se llevaban a cabo las transacciones comerciales mientras que en las plantas superiores se encontraban las habitaciones en las que descansaban los mercaderes.
Clasificado como monumento histórico en el año 1916, el edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y fue objeto de un importante trabajo de restauración como parte del programa de conservación de la medina.
En la Medina Fez el-Bali se esconden otras fondas que pertenecieron a diferentes gremios y que continúan constituyendo interesantes visitas, aunque en la actualidad la mayoría de ellas se encuentran en un estado de deterioro importante.